Hayato Gokudera {Casting}

por Invitado Sáb Ene 31, 2015 9:55 pm

Nombre del personaje que deseas ocupar: Gokudera Hayato
Por que lo deseas ocupar: Realmente amo a Gokudera, siempre ha sido mi personaje favorito de KHR y siempre estuve ansiosa por conocer más de él, especialmente porque su pasado es muy triste D': y su personalidad me es fácil de rolear c:
Casting:
¡Muestrame tu determinación!

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Día a día era más presión la que sentía, desde hacía tiempo no estaba seguro de ser suficiente para ser la mano derecha del Décimo Vongola. Gokudera había pensado en más de una ocasión que era demasiado inmaduro e infantil para ocuparse de un puesto tan importante como ese, pero lo cierto es que era el que se tomaba con más seriedad el ser parte de la familia Vongola, el único que veía ser "la mano derecha" como un honor único en la vida, mejor que cualquier otro título en el mundo. Por ello siempre se esforzaba en ser merecedor de ese título, por eso siempre se esforzaba más que el resto en ayudarle a realizar cualquier cosa porque no quería ser superado por nadie.

Se había levantado temprano porque quería ser el primero en llegar a la esquina habitual en la que se encontraba con su amado Décimo y con el guardián de la lluvia, alias el idiota del baseball. Con este último prefería no encontrarse, había tenido una pesadilla donde el Décimo le decía que prefería a Yamamoto como su mano derecha y odiaría que fuera realidad, aunque como había pensado antes, él era el mejor para el papel porque era el único que se tomaba seriamente su papel, incluso más seriamente que el Décimo. Tenía una deuda que pagar a Tsunayoshi y desde ese instante se había encontrado a si mismo admirándole. Cuando llegó al punto de encuentro respiró profundamente. Pronto vería, de nuevo, al Décimo y tenía que ser animado en su saludo matutino.

—¡Buenos días, Décimo!— Dijo al escuchar los primeros pasos en el sitio, por desgracia cuando se volteó simplemente vio al idiota de Yamamoto riéndose, lo que provocó la molestia de la tormenta. Quien solamente pensaba en todo como un juego.—¡No te rías, idiota!— Desató la ira del más bajo que solamente pensó en librarse del asunto chistando.

Sacó un cigarrillo de la caja que tenía en el bolsillo del pantalón y lo introdujo en sus labios antes de encenderlo. Como siempre, le ofreció uno burlón a Yamamoto, antes de guardarlos en su lugar, sabía que su compañero no fumaba. Lo encendió y le dio una larga calada para calmarse los nervios. Siempre que veía a Yamamoto sentía unos deseos de agarrarse a golpes con él, pero por algún motivo no podía concretar la acción, quizás porque Yamamoto era un amigo especial de su Décimo y él no quería decepcionarlo de ninguna forma o quizás porque había ganado cuando se lo pidió cuando estaban con el tema de los anillos de guardianes. De esa forma, el estúpido del baseball había ganado su reconocimiento, pero aun así no era suficiente para ser un guardián del Décimo Vongola. Era demasiado estúpido y friki.

—¿Por qué carajos me estás viendo así?— Le fulminó con la mirada. No le gustaba sentirse observado y mucho menos analizado por el guardián de la lluvia, pero en fin, esa era su personalidad. Él era un husmeador.—Después de todo, ¿si querías uno?— Cuestiona con risas perrunas, ofreciéndole el cigarro humeante. Lo coloca de nuevo entre sus labios y le da una calada.—El Décimo se está tardando. ¿Deberíamos ir a buscarle?— No le mira, simplemente lleva sus manos a los bolsillos y comienza a caminar desinteresado hacia la casa del pequeño que seguramente se ha quedado dormido. Sabe que Yamamoto le esta siguiendo, por eso no se detiene y continúa avanzando confiado de que su "amigo" le sigue. Pronto entraran a clase, pero se rehúsa a hacerlo sin el Décimo acompañándole.

Se sentía un poco molesto con el Décimo por la forma en la que había actuado ante los antecedentes recién ocurridos en los últimos días. Quería saber si realmente estaba de acuerdo con ceder el derecho que le correspondía por nacimiento y que había demostrado que podía controlar, después de todo tras todas las cosas que habían vivido, todas las pruebas, para Gokudera era más que obvio que Tsunayoshi era el más capacitado para el puesto de Décimo Vongola. Para él, Tsuna no dejaría de ser el Décimo, por más que las personas dijesen que ahora el único que podía adquirir el título era Xanxus. Gokudera nunca reconocería algo así, el que era perfecto para el cargo era Tsunayoshi Sawada, nadie más.

Pensó que el motivo por el que el rarito de Yamamoto no hablara era porque también se encontraba molesto. Por lo general, tenía mucha energía en ese momento del día. Siempre que se lo veía lo primero que hacía era saludarle, en esta ocasión simplemente se rió, pero parecía que lo había hecho por movimientos mecánicos porque ahora que lo notaba había sonado un poco forzado. No le gustaba que Yamamoto fingiera, quería que rompieran cosas porque era la mejor forma de dejar escapar el dolor, la ira. Estaba furioso, pero entendía que el Décimo debía estarlo más, es posible que por eso no quisiera salir de su habitación ese día porque Reborn-san ya no estaba ahí. Porque ya nada volvería a ser como era antes. Ya había decidido que no se iba a rendir, no le iba a entregar Vongola a los corruptos mafiosos, incluso si el Décimo no quería iba a luchar.

—Voy a luchar.— Murmuró para si mismo, pero tan pronto como lo hizo escuchó el murmullo de afirmación. Se encontró a si mismo sonriendo cuando llegaron al frente de la casa del Décimo. Yamamoto tampoco iba a rendirse y estaba seguro que si le preguntaba a Hibari o Chrome, ambos iban a estar con él. No iban a rendirse. No era el final. Tenía que convencer a Tsunayoshi de ello, después de todo era la mano derecha del Décimo Vongola.—Aun podemos luchar.— Se dijo para darse ánimos, antes de tocar la puerta de la casa del Décimo, con decisión. Ese no sería el final.