And the Waltz Goes On

La situación era un tanto extraña, una gran fiesta había sido organizada por Vongola, las dos partes las habían organizado en conjunto, Aldrina no sabía ni que pensar de aquello, bueno, la verdad es que dudo mucho que alguien supiese muy bien que pensar de ello, pero tal vez si nos dejamos llevar por el típico “a tus amigos tenlos cerca pero a tus enemigos aún más cerca”, podríamos atribuirle a aquello el que hicieran esa gran evento.

Al mismo tiempo, no solo estarían presentes ambas partes de Vongola, también estarían presentes más personas de distintas familias, personas importantes claro estaba, y ahí, era justo ahí donde podríamos decir que nuestra chica rubia no encajaba, sí se trataba de que todos los importantes de las familias fueran ¿qué hacía Aldrina en esta fiesta?, viera uno de por donde le viera la verdad era que ella no era más que una simple guardaespaldas de Dino, una simple subordinada del jefe Cavallone, ¿cómo podría ella tener vela en este entierro?, pues, a decir verdad, la respuesta es un tanto sencilla y se podría considerar incluso algo tonta.

El jefe de los Cavallone tenía que seguir con el papeleo y todos los detalles al por menor de sus asuntos que traía en manos y alguien tenía que ir de la familia, la consigna era esa, ser un representante de esta, igual, entre tantas mascaras e invitados ¿Quién se daría cuenta? Además, todo mundo con vestidos tan extravagantes y máscaras tan más llamativas, lo único con lo que más resaltaba la chica era con una cierta simpleza pero elegancia dulce de su atuendo sin mencionar que unos intensos ojos zafiro podrían resaltar por la máscara.

La música era una mezcla divina, el sonar del violín le encantaba, instrumento favorito por excelencia, pero al empezar la música era claro que aquella especie de tención en el ambiente fuese desapareciendo paulatinamente, con la música el baile iniciaba y suaves movimientos se iban dando, el clásico un, dos, tres de este típico baile era lo que más se notaba en todo el lugar. Y como en todo buen baile, en un momento luego de acabada una pieza o en el mismo transcurso de esta las parejas se iban rotando.

De pasar de estar con un caballero de lo cual más resaltaba una barba un tanto peculiar, cambiaría ahora a estar con otro joven alto de cabellos oscuros al cual saludaría haciendo la reverencia inicial del baile mientras le dedicaba una sonrisa al joven para continuar con el baile con este nuevo compañero, y aunque la chica se encontraba bailando como si nada, a decir verdad estaba atenta a todo movimiento que se hiciera en el salón.

La pieza comenzaba, le hizo una caballerosa reverencia y se le acerco dando un suave paso,  le tomo de la cintura y unio sus manos mientras que le  afianzaba a su cuerpo con mucha suavidad mientras que sonreía-Señorita, tiene pasos muy suaves, es bueno encontrarse con tan buena bailarina-Halago a la joven rubia que tenia en frente mientras que la musica tomaba velocidad . Los giros, los pasos y las risas que acompañaban el ambiente hacia todo verdaderamente relajante, hasta que la musica se detuvo y un robusto hombre que iba lujosamente ataviado les saludo a todos con una gran alegria y les agradecio su presencia, entre otros saludos tipicos y protocolarios de esa clase de situaciones.

Todos fueron invitados a tomar asiento en el jardin donde se  llevaria acabo la terraza a donde todos fueron caminando. Era un amplio espacio bien acomodado que permitia que todos los presentes tuvieran vista a los enormes jardines donde se veia un enorme laberinto construido de setos bien cuidados para su uniforme apariencia. Se les anuncio una sorpresa despues del baile que seguiria despues de la cena. Nada bueno deberia haber en una sorpresa hecha por mafiosos y para mafiosos.

La cena no eran platillos tan extravagantes, una entrada compuesta por una ensalada de finas hierbas, que el pelinegro solo se molesto en comerselas con sal y limon olvidando un poco el protocolo, mientras que despues el plato fuerte fueron chuletas de cerdo en salsa gravy acompañados de spaguetti blanco como guarnicion, con un vino tino cabernet para que contrastaran los sabores de la bebida y la comida.  Mientras que ahora la musica era algo mas amenizante que nada, se podia ver que en el jardin habia gente moviendose, como si preparasen todo para un gran y pronto espectaculo. Itzuma se levanto con la excusa de ir al baño mientras que bajaba y empezaba a investigar que era lo que estaba pasando.