Orihara Izaya [En proces]

Llama de la Nube || Informante ||Heterosexual || 23 años ||

Descripción

A simple vista podría decirse que es un ciudadano tan común como cualquier otro, y en cierta parte, estas en lo correcto. Pero ¡Anda! Que no siempre lo que se muestra, es lo que se tiene frente. Es un sociópata, tan simple como ello; no tiene conciencia de lo que está bien o mal, no lo reconoce ni logra diferenciar, o bien, simplemente ignora se o no uno de ellos. Nació y creció en las calles, razón por la cual no es de extrañarse que sea un verdadero hijo de puta; sabiendo los trucos de la a A a la Z e incluso, del punto y la coma. No podía enseñársele mancha alguna que no haya visto en aquel laberinto llamado “LA COSA NOSTRA”. Su condición mental es más que estable, pues podría decirse que en verdad es un genio, o bien, un jugador muy astuto en el ámbito de hacer trampa. No se conforma con un simple “Casi” pues, el siempre busca conseguir lo que quiere a toda costa incluso, si esto significa poner en peligro la vida de terceros. Nunca actúa de manera precipitada y mucho menos suelta información si esto implica perder la delantera en dicha situación; es un ser que tiene consideración alguna por los demás, a pesar de que en ciertos momentos, este incluso ayude a la gente a conseguir algún logro, o bien, salvarse de cierta situación; pero en verdad, eso podría ser para simplemente lograr su objetivo. Sea cual sea este, claro está. Se podrá describir de cierta manera a este ser como petulante, como un ser- Si es que, a dicho ente se le podría mencionar como un “ser”- que no padece sentimiento alguno, más que la simple alegría de ver sufrir a ajenos; todo ello haciéndolo con el simple y llano hecho de pasar un placentero tiempo de provecho en su infernal vida.

Siente una “afición” por todo ser humano, en sí, se podría decir que por el mismo calificativo ¨ ¡HUMANO!¨, pues si por algo se le puede reconocer –además de ser un verdadero cabrón- es por su frase tan repetitiva:
¨Yo amo a los humanos. Son tan complejos en sentimientos, pero tan frágiles en mente.¨
Es un ser cínico, sin escrúpulo alguno por otro ser vivo; simplemente existe para sus negocios, para sus propios propósitos y nada más. Su ímpetu, su arrogancia solo procede de un simple deseo, de una simple idea, de una simple y sencilla pregunta ¿Hasta dónde puede llegar alguien, para conseguir lo que no tiene, lo que desea, lo que añora con todo anhelo? ¿Hasta dónde puede llegar el ser humano para conseguir su objetivo? Eso es lo que, en sí, motiva a nuestro alegórico personaje.

En cuanto a su psique podríamos pasar horas hablando de ello pero en sí, nunca sabríamos comprender la mente de dicho espécimen. Su ego es una parte que le corroe el corazón de tal manera, que no siempre es el mismo; podría decirse que día con día se reinventa y que, incluso, podría ser una persona completamente diferente cada día de la semana. En cuanto al aspecto físico, no presenta gran cosa; un simple sujeto de complexión delgada el cual, posee cierta tonificación- Claro está- sin llegar a lo bizarro. Esto no simplemente es obra de Dios, pues desde la infancia el mismo ha practicado el parkour, cosa que exige suficiente desempeño físico. Posee un par de ojos color miel, pero que por extraña razón, cambian a un tono escarlata en el momento en que la niebla se presenta; Dicho de otra manera, cuando la llama dentro de él se enciende.

Como ves, lo físico es lo de menos, es lo vació y burdo de un ente como dicho personaje; Pero por otra parte, el interior, la mente es lo que te intriga. Yo se que estas a punto de buscarme entre las calles. No hay manera más simple de describirme que, describiendo al mismísimo infierno en mi persona. Soy un ente compuesto por capas, cada una más sádica, más pérfida, más burda y retorcida que la anterior. Soy como una simple chisa que brota de palabras, de rumores que rondan y vagan por la ciudad; No busco encontrarte, busco atraerte hacia mí, que busques la esencia de la vida en mi ponzoñosa lengua y sobre todo, que te tragues el veneno cual seductor elixir. Si bien no creo en un dios, soy capaz de juzgarte como uno, darte lo que en verdad clamas con cada grito, cada alegórico quejido tuyo; estoy sobre ti esperando para juzgarte, para entenderte, para tratar de jugar un simple juego que no puedes siquiera imaginar. No soy nada comparado con un dios, no por el hecho de ser un simple bichejo en este mundo, si no, por el hecho de que no puede comparárseme. – De entre las sombras, con tal andar gatuno que le caracteriza, aquel ente antropomorfo se deslizaba entre las sombras, como simple espantapájaros que se lleva el viento.

Habilidades

Historia

Como todo ser que no pertenece, por así decirlo de cierta manera, al mundo del denominado ser humano, al mundo donde tú y yo pertenecemos; ese mundo que tan mórbido se nos figura a todos, este ser proviene de un mundo creado por los temores e inconsistencias de su misma frágil y pretenciosa mente. A pesar de que con el tiempo, todo ha sido más que una misma pesadilla para uno, para él no es más que simple sueño convertido en realidad. Roderick era un pequeño que, nacido en una familia normal, sin preocupaciones económicas y mucho menos, un problema intrafamiliar, termino por transformarse en la antítesis de lo que fue su pasado. Su madre, educada a la antigua con valores que incluso, podría rozar lo incomprensible para esa época; Su padre, por otra parte, educado de la manera un tanto novelesca. Su padre quien, a los 35 años, después de que este hubiese cumplido 8 años, murió debido a un terrible cáncer de pulmón el cual, simplemente dejo a este y a su madre y hermano por su propia cuenta. A esa temprana edad, no existe de otra más que vender ciertos periódicos en las calles o bien, robar un poco de pan para al menos no tener el estomago lleno de aire, como todo pobre que deambula entre laureles por la calle. Desde pequeño, su padre se las había visto negras, por el hecho de tener que subsistir con lo poco pues, con tal edad a lo único que uno aspira para obtener algo de plata, no es sino el mismo crimen. Debido a ello, sus valores no eran del todo como su madre, mas bien, eran los de un sujeto el cual estaba convencido que, si se quería algo habría que trabajar por ello o bien, morir en el mismo intento, aun que por desgracia la mayoría de las personas morían en el intento.

La unión de estos dos mundos distintos, de dos maneras tan diversas de pensar trajo consigo no solo hecho de que el ambiente dentro de dicha vivienda era tan clásico, tan rutinario como lo era cualquier hogar de aquella calle, si no, que aparte de ello vivían felices; por mas sádico y tormentoso que fuese el día, la noche, el mismísimo mundo de aquella pareja y de su flacucho niño, era algo más que una completa alegría. Pero como todo cuento de hadas, esta hermosa historia tendría así un trágico desenlace. Su padre quien era fanático de escribir novelas, un escritor frustrado como muchos de quienes se aventuran a tratar de seguir este apasionante trabajo, termino por recolectar más cartas de rechazo que incluso, las hojas que contenía su novela más extensa. “El ser humano es frágil, y más aun, si su corazón se quiebra en alma y mente”. Esto le llevo a una terrible depresión, a tener que mirarse al espejo día y noche y así mismo, ver que no había logrado cumplir su sueño. Sin embargo, debido a su comportamiento, a su carácter de “Nada en este mundo me detendrá” Fue la razón por la cual el mismo, salió de su hogar para así jamás volver, jamás preocuparse por su familia nunca más y así, escribir sin parar día y noche.

Desde la partida de aquel sujeto, Roderick y su madre tuvieron que solventarse a sí mismos de la misma manera en que su padre lo había hecho. Robar se había vuelto el acto dominical del pobre chico quien, si no lograba conseguir un poco de monedas, no comía aquella noche. Con el tiempo el mismo fue creciendo y aprendiendo sobre este arte- pues en sí, era un arte lograr aquello sin ser pillado al menos una vez. El sabia como saltar de un maldito techo a otro sin sentir vértigo, sin sentir ni un pequeño piquete en tu tobillo al caer de puntitas sobre el pavimento, como brincar una cerca con simplemente dos pasos; no parecía sentir remordimiento por robar y mas que ello, pareciera que le encantaba el hacer ello. Por desgracia en su casa todo se iba a la mierda fácilmente. Al ser su madre ya una cuarentona, sentía la tremenda soledad que tanto afecta a todo ser humano, aquel sentimiento que tanto miedo causa en todo ser, aquel miedo de morir sin siquiera tener una mano que acaricie tu cuerpo en las noches, sin tener una mirada que te siga mientras danzas por la habitación buscando las llaves o el celular, esa era la razón por el cual su adre andaba de hombre en hombre buscando, al menos, algún consuelo por la partida de su esposo, para encontrar con quien pasar las noches sin sentir el frio que, en ese entonces, atormentaba la ciudad. Pero, no todo hombre es un caballero así como no toda mujer se ama a sí mismo, claro, mas cuando la soledad se entromete entre ella y su hijo.

Roderick con el tiempo tuvo que aceptar ello, tuvo que aceptar el tener que vivir con un padre nuevo día con día, con un hombre salir día y noche del cuarto de su madre, con la mano ensangrentada y su madre con un tremendo puñetazo en la quijada. El tenia que soportar aquello pues, su madre no podía permitir que el levantara la mano contra algún posible saco de hueso, el cual podría eliminar aquella soledad que tanto le afectaba. Al menos, hasta que uno de ellos, cegado por los efectos del alcohol desidia darle fin a la vida de ella. Aquella noche su madre no había accedido a tener relaciones con él, no había accedido a ello pues, ella misma gritaba que no era una puta. Aquel sujeto tomando un bate en sus manos propinaba golpes a su cráneo repitiendo lo mismo una y otra vez- NO… ME… DIGAS… ESA MIERDA –Lo decía con tal enojo, con tal rabia en su tono que, incluso cuando aquel cráneo se resquebrajo, aquel ser no dejaba de propinarle aquella paliza. En cuanto un joven Roderick de ahora quince años presenciaba todo aquello con una mueca de sorpresa, aquel sujeto continuaba golpeando el cuerpo de su madre. De pronto el odio, la rabia e incluso el temor, se apoderaron de el atrapándolo en un mundo de pesadillas y de felicidad. El vivía su sueño al vivir día con día lo que el amaba pero, aquella pesadilla de mirar tal catástrofe le hacía sentir un tremendo odio el cual, se materializaba ante el asombre de dicho sujeto.

Una densa niebla de un tono rojo se apoderaba de la habitación, se apoderaba de dicho personaje mientras que aquel sujeto se mantenía de pie, mirando con terror lo que acontecía en aquel lugar.