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Old friends versión Vongola[Priv. Tsuna, Yamamoto, Diana & Dino]
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Old friends versión Vongola[Priv. Tsuna, Yamamoto, Diana & Dino]
Shoichi tragó un poco antes de poner un pie dentro de la línea fronteriza que marcaba la entrada a Namimori Chuu del resto del pavimento normal, miró sobre su hombro hacía la derecha y a la izquierda antes de meter el otro pie dentro. Listo, había entrado a la escuela media otra vez, ¿Nervioso?, un tanto, debía admitirlo, se le notaba en el rostro a pesar de ser un chico medianamente maduro, aún no podía acostumbrarse a tolerar situaciones de stress bajo sin que le doliera el estómago, quizás jamás nunca podría superarlo. Suspiró, poniendo una mano sobre su pecho mientras avanzaba; se supone que a esas horas -ocho de la tarde con treinta minutos- no debía quedar nadie en el recinto, y se llegaba a encontrar con alguna otra persona tendría que inventarse una excusa rápida por que en ese preciso momento ninguna de las que maquinaba su mente le parecía completamente creíble.
Se volteó asustado antes de pisar el primer escalón, había sentido un ruido en su espalda nada agradable, por su mente pasó rápidamente la imagen de cierto presidente del comité disciplinario solo para aumentar el pánico general. Aceleró el paso hasta el cuarto piso sin voltearse a ver si alguien le seguía para molerlo hasta la muerte por ser un herbívoro intruso en una escuela que no era ni de él.
Pésimo día, o noche, para hacer una reunión en ese lugar sin levantar sospechas de nadie. ¿Pero como se le había ocurrido semejante lugar?, no era sano... bueno, no era sano que Diana apareciera de pronto para meter sus narices y asustar al resto de guardianes, y a él, dejarlo como un paño sucio que se usa para trapear el piso. Su casa era peligrosa, la casa de Tsunayoshi era peor; la escuela Namimori fue la mejor opción de momento, al menos si pasaba algo contaban con la protección del guardián Vongola de la nube: Hibari Kyoya.
Dobló por el pasillo y se metió al aula 3-B, cerró la puerta tras de sí con cuidado. Caminó hasta el escritorio del profesor y se sentó sobre la mesa a la espera de los demás, casi podía sentir el escozor de ansiedad en su garganta debido a la ansiedad que le provocaba la situación, por fin vería nuevamente a Tsunayoshi-kun luego de todo lo ocurrido. No habían perdido contacto esos cinco años pero el rompimiento de Vongola y las noticias que Dino-san le había dado eran preocupantes. ¿Estaría bien?, ¿Qué diría sobre los planes que él con Diana habían preparado?, le ayudaría como fuera.
Aún si es que había que hacerlo entender a la fuerza. El nombre de décimo Vongola le pertenecía a él y a nadie más.
Su estómago gruño un poco antes de que sacara el celular de su bolsillo y revisara los mensajes enviados. Hizo la cuenta mental de tres antes de volver a suspirar cansado, ojalá no le encontraran pronto, no quería que lo golpearan.
Se volteó asustado antes de pisar el primer escalón, había sentido un ruido en su espalda nada agradable, por su mente pasó rápidamente la imagen de cierto presidente del comité disciplinario solo para aumentar el pánico general. Aceleró el paso hasta el cuarto piso sin voltearse a ver si alguien le seguía para molerlo hasta la muerte por ser un herbívoro intruso en una escuela que no era ni de él.
Pésimo día, o noche, para hacer una reunión en ese lugar sin levantar sospechas de nadie. ¿Pero como se le había ocurrido semejante lugar?, no era sano... bueno, no era sano que Diana apareciera de pronto para meter sus narices y asustar al resto de guardianes, y a él, dejarlo como un paño sucio que se usa para trapear el piso. Su casa era peligrosa, la casa de Tsunayoshi era peor; la escuela Namimori fue la mejor opción de momento, al menos si pasaba algo contaban con la protección del guardián Vongola de la nube: Hibari Kyoya.
Dobló por el pasillo y se metió al aula 3-B, cerró la puerta tras de sí con cuidado. Caminó hasta el escritorio del profesor y se sentó sobre la mesa a la espera de los demás, casi podía sentir el escozor de ansiedad en su garganta debido a la ansiedad que le provocaba la situación, por fin vería nuevamente a Tsunayoshi-kun luego de todo lo ocurrido. No habían perdido contacto esos cinco años pero el rompimiento de Vongola y las noticias que Dino-san le había dado eran preocupantes. ¿Estaría bien?, ¿Qué diría sobre los planes que él con Diana habían preparado?, le ayudaría como fuera.
Aún si es que había que hacerlo entender a la fuerza. El nombre de décimo Vongola le pertenecía a él y a nadie más.
Su estómago gruño un poco antes de que sacara el celular de su bolsillo y revisara los mensajes enviados. Hizo la cuenta mental de tres antes de volver a suspirar cansado, ojalá no le encontraran pronto, no quería que lo golpearan.
Invitado- Invitado
Re: Old friends versión Vongola[Priv. Tsuna, Yamamoto, Diana & Dino]
¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había puesto un pie en aquel lugar? ¿Cuándo fue la última vez que iba a ser partícipe de una reunión de este tipo? Ya hace un tiempo el joven castaño se había decidido dejar atrás todo lo que tenía que ver con las mafias y no estaba muy dispuesto a volver a ser parte de ese mundo, el pelear o ver gente herida no era lo suyo y menos si esto ocurría por su causa. Tsuna no era más que un perfecto pacifista o tal vez un completo cobarde; aunque ya había demostrado en un pasado que podía ser osado cuando la situación lo requería.
El castaño llego a su antiguo instituto muy nervioso por lo que vendría, por una parte feliz, al volver a reunirse con sus amigos a los que no veía hace algún tiempo, y por otro algo asustado por lo que probablemente le dirían y de lo cual llevaba ya un tiempo evadiendo. Su decisión se había mantenido constante en el tiempo, sin ningún arrepentimiento hasta la fecha y prefería que esto continuara así.
El instituto se encontraba exactamente igual que en la fecha en que se graduó, exceptuando algunas pequeñeces que quizás se hubiera dado cuenta si no se escondieran en las sombras de la noche, lugares que el joven de castaños cabellos intentaba evitar con la mirada mientras se apresuraba a adentrarse por los oscuros pasillos con las esperanza de encontrarse con alguien que no fuera quien antes llevaba el título de guardián de la nube, este le causaba mayor temor que la misma oscuridad. Era impresionante como pasaba el tiempo pero los mismos temores seguían causándole miedo, supongo que algunas cosas simplemente no cambian.
Su rostro estaba algo rígido ante el temor de la situación — ¿Por qué han seleccionado este lugar para reunirse? — Susurraba en un volumen inaudible el castaño mientras trataba de recordar donde estaba la sala a la que debía llegar, aparentemente estaba perdido, pero no lo podía admitir, al menos no aun, eso sería demasiado incluso para él. — Debe ser aquí. — Respiro hondo frente una sala cualquiera y abrió la puerta de un salón completamente oculto en la oscuridad y acerco su mano derecha a la pared para encender la luz, pero no fue el interruptor lo primero que toco. — ¡HIIIIII! — Dejo salir un grito ahogado mientras en lugar de dar un paso para atrás se tropezaba llevando consigo al suelo un esqueleto de un cuerpo humano, probablemente de plástico, que cayó sobre él. Rápidamente lo tiro a un lado y salió corriendo de la sala a una velocidad que no había alcanzado hace mucho, pero pronto se tuvo que detener para recuperar el aliento, sus ojos estaban llorosos por el susto. — Este es el peor lugar que eligieron para tener una reunión. — Se quejó el castaño para luego elevar la cabeza y observar el número de la sala que estaba frente a él, resultando ser el lugar al cual debía llegar. — ¿De verdad este es el lugar? — Se acercó a la puerta y esta vez la abrió lentamente para que nada lo fuera a sorprender, pero resulto más que eso. Dentro de la sala un joven de cabellos rojizos estaba a la espera. — ¡Irie-Kun! — Exclamo Tsuna con una sonrisa en el rostro mientras entraba con mayor seguridad a la salon, por un momento se le había olvidados todos los conflictos de la noche al ver a su antiguo amigo frente a él.
Invitado- Invitado
Re: Old friends versión Vongola[Priv. Tsuna, Yamamoto, Diana & Dino]
No es como que importara contar los días que habían pasado desde la última vez en la Secundaria Namimori, tampoco era relevante el saber la última vez que se había sentado en aquel pupitre que tanto le gustaba en las clases, en donde empezó todo. Pero sí. Había pasado un muy largo tiempo; y ahora por eso, frente de nuevo al edificio donde todo comenzó, logró sentir una presión en el pecho que significaba nostalgia.
Con la cabeza alzada, admirando la altura de la construcción, Yamamoto soltó un suave suspiros para liberar la presión que existía en su pecho ¿Para qué una reunión en una escuela? ¿Por qué exactamente una reunión?, las pregunta circulaban en la cabeza de Yamamoto, pero el quedarse sin hacer nada y sin buscar respuestas no era su estilo - Aquí vamos - Mencionó finalmente colocando un pie dentro de la Secundaria, y sintió como si hubiera dado una gran paso para su futuro.
El Guardían Vongola rondaba como un silencioso gato, y armado con su Shigure Kintoki se sentía seguro. Realmente no podía ver mucho y se preguntaba si Hibari aún protegía esta escuela como siempre lo hizo en su mando del comité de seguridad, en tan solo pensar en su fría mirada le había enchinado la piel, pero su sonrisa aún reinaba en sus labios, pues era cierto que le daría mucho gusto el ver a Hibari, pero no lo buscaría por el momento. El moreno cruzó varios pasillos, entró a varios salones buscando el punto específico en donde se llevaría a cabo la dichosa reunión - ¿Dónde podrá ser? - Se preguntó un poco frustrado ante la situación en la que se encontraba, y lo mostraba con la acción de rascar su nuca con la mano derecha, pero lo único que el Takeshi podía hacer, era seguir buscando.
Decidió que le primer piso no le dejaría mucho. Así que subió por las escaleras que daban a la segunda planta. El tan solo caminar y ver una especie de esqueleto tirado en el suelo, le dio la pista de que iba por el camino correcto. Se detuvo y flexionó la rodillas para examinar mejor el material que sospechaba se utilizaba para alguna clase de salud - Yo recuerdo esto, era tan raro y divertido- Murmuró soltando una suave risa mientras tomaba la mano del esqueleto y jugaba con los dedos huesudos.
Dejó el muñeco en el suelo al terminar de jugar, pues supuso que sería de ayuda para alguien más que estuviera de la misma forma que él: Perdido. Finalmente, sus ojos almendrados pudieron distinguir el claro destello de una luz artificial saliendo de una sala. Se encaminó rápidamente hasta el salón, y empujó la puerta con la palma de su mano derecha para así poder entrar - ¡Yo! - Exclamó con su claro tono de voz. Su vista reconoció rápidamente a Irie, al cual le hizo una seña en foma de saludo, pero su vista se fijó rápidamente en el Jefe Vongola - ¡Tsuna! - Se acercó a su amigo y con su misma mano derecha le revolvió más los alborotados cabello con gusto de verlo después de tanto tiempo - No haz crecido nada, Tsuna - Dijo sin apartar su mano de la cabeza del más bajo disfrutando de la compañía de su viejo amigo. Habían pasado muchos días.
Con la cabeza alzada, admirando la altura de la construcción, Yamamoto soltó un suave suspiros para liberar la presión que existía en su pecho ¿Para qué una reunión en una escuela? ¿Por qué exactamente una reunión?, las pregunta circulaban en la cabeza de Yamamoto, pero el quedarse sin hacer nada y sin buscar respuestas no era su estilo - Aquí vamos - Mencionó finalmente colocando un pie dentro de la Secundaria, y sintió como si hubiera dado una gran paso para su futuro.
El Guardían Vongola rondaba como un silencioso gato, y armado con su Shigure Kintoki se sentía seguro. Realmente no podía ver mucho y se preguntaba si Hibari aún protegía esta escuela como siempre lo hizo en su mando del comité de seguridad, en tan solo pensar en su fría mirada le había enchinado la piel, pero su sonrisa aún reinaba en sus labios, pues era cierto que le daría mucho gusto el ver a Hibari, pero no lo buscaría por el momento. El moreno cruzó varios pasillos, entró a varios salones buscando el punto específico en donde se llevaría a cabo la dichosa reunión - ¿Dónde podrá ser? - Se preguntó un poco frustrado ante la situación en la que se encontraba, y lo mostraba con la acción de rascar su nuca con la mano derecha, pero lo único que el Takeshi podía hacer, era seguir buscando.
Decidió que le primer piso no le dejaría mucho. Así que subió por las escaleras que daban a la segunda planta. El tan solo caminar y ver una especie de esqueleto tirado en el suelo, le dio la pista de que iba por el camino correcto. Se detuvo y flexionó la rodillas para examinar mejor el material que sospechaba se utilizaba para alguna clase de salud - Yo recuerdo esto, era tan raro y divertido- Murmuró soltando una suave risa mientras tomaba la mano del esqueleto y jugaba con los dedos huesudos.
Dejó el muñeco en el suelo al terminar de jugar, pues supuso que sería de ayuda para alguien más que estuviera de la misma forma que él: Perdido. Finalmente, sus ojos almendrados pudieron distinguir el claro destello de una luz artificial saliendo de una sala. Se encaminó rápidamente hasta el salón, y empujó la puerta con la palma de su mano derecha para así poder entrar - ¡Yo! - Exclamó con su claro tono de voz. Su vista reconoció rápidamente a Irie, al cual le hizo una seña en foma de saludo, pero su vista se fijó rápidamente en el Jefe Vongola - ¡Tsuna! - Se acercó a su amigo y con su misma mano derecha le revolvió más los alborotados cabello con gusto de verlo después de tanto tiempo - No haz crecido nada, Tsuna - Dijo sin apartar su mano de la cabeza del más bajo disfrutando de la compañía de su viejo amigo. Habían pasado muchos días.
Invitado- Invitado
Re: Old friends versión Vongola[Priv. Tsuna, Yamamoto, Diana & Dino]
Dos muffins y dos botellas de té helado para celebrar el avance, y en parte para hacer una tregua entre las constantes molestias que ocasionaba, fue con lo que salió del mini super camino a la casa del líder de las investigaciones de la Old Vongola, Irie Shoichi. Habían logrado avanzar lo suficiente como para ponerse a festejar con dulces y no romper la dieta de "no me levantaré de aquí hasta que el programa no funcione", la noche era joven, habían descansado un día y lo mejor de todo es que el pelirrojo había dejado de gritarle hace dos días luego de lo que había hecho para conseguir avanzar con el arma en el que trabajaban, ¿Qué mejor que ir a ofrecer una ofrenda de dulce paz y luego irse?, tenía que fortalecer esos lazos de amistad a los dieciocho años o, quedaría destinada a la soledad para siempre.
Obviamente ese pensamiento se esfumó de su cabesita hiperactiva en cuanto tocó el timbre de la residencia Irie, la bolsa entre sus manos acompañada de una sonrisa tranquila y amigable haría pensar a cualquiera que Diana era una persona de lo más normal, sin ningún tipo de problema. Misa abrió la puerta, miró a la japonesa y suspiró un tanto cansada, suponiendo desde ya lo que comenzaría a pasar.
Sin dejar esa sonrisa amigable Diana le entregó la bolsa a la pariente de su jefe, dio media vuelta, se puso los patines y comenzó el apocalipsis. ¿Donde podría ir un chico como él y de su edad a esas horas?, no habían muchas opciones, y en la situación en la que estaban solo le tomaría veinte minutos, a lo mucho, encontrar el lugar exacto de la reunión o lo que fuera. ¿Veinte minutos?, a la velocidad que acostumbraba a andar le tomaría mucho menos que eso.
Solo revisó dos lugares e ignorando toda la lógica posible comenzó a escalar el tercero luego de quitarse los patines, claramente. Solo había una luz encendida en todo el recinto, si aquella no era la sala en donde se encontraba el pelirrojo rápidamente soltaría la excusa de: estaba buscando el baño. Escaló, escaló, cuando llegó al marco de la ventana la abrió de golpe, asomando su cabeza para presenciar la escena.
— Te encontré —entró por la ventana sin hacer mucho esfuerzo, su delgada figura no tuvo problemas con ello. Se sacudió los pantalones y arregló su chaqueta negra corta antes de alzar la vista para contemplar al resto de invitados—. Yamamoto... —murmuró un tanto insegura, fijando su gris mirada hacía el más alto del grupo, al chiquillo de cabello castaño no le reconocía, ¿Podría tratarse del décimo Vongola?, concordaba bastante con la descripción que le había dado el otro ingeniero.
Obviamente ese pensamiento se esfumó de su cabesita hiperactiva en cuanto tocó el timbre de la residencia Irie, la bolsa entre sus manos acompañada de una sonrisa tranquila y amigable haría pensar a cualquiera que Diana era una persona de lo más normal, sin ningún tipo de problema. Misa abrió la puerta, miró a la japonesa y suspiró un tanto cansada, suponiendo desde ya lo que comenzaría a pasar.
Sho-chan salió con unos amigos
(Sucia rata asquerosa)
(Sucia rata asquerosa)
Sin dejar esa sonrisa amigable Diana le entregó la bolsa a la pariente de su jefe, dio media vuelta, se puso los patines y comenzó el apocalipsis. ¿Donde podría ir un chico como él y de su edad a esas horas?, no habían muchas opciones, y en la situación en la que estaban solo le tomaría veinte minutos, a lo mucho, encontrar el lugar exacto de la reunión o lo que fuera. ¿Veinte minutos?, a la velocidad que acostumbraba a andar le tomaría mucho menos que eso.
Solo revisó dos lugares e ignorando toda la lógica posible comenzó a escalar el tercero luego de quitarse los patines, claramente. Solo había una luz encendida en todo el recinto, si aquella no era la sala en donde se encontraba el pelirrojo rápidamente soltaría la excusa de: estaba buscando el baño. Escaló, escaló, cuando llegó al marco de la ventana la abrió de golpe, asomando su cabeza para presenciar la escena.
— Te encontré —entró por la ventana sin hacer mucho esfuerzo, su delgada figura no tuvo problemas con ello. Se sacudió los pantalones y arregló su chaqueta negra corta antes de alzar la vista para contemplar al resto de invitados—. Yamamoto... —murmuró un tanto insegura, fijando su gris mirada hacía el más alto del grupo, al chiquillo de cabello castaño no le reconocía, ¿Podría tratarse del décimo Vongola?, concordaba bastante con la descripción que le había dado el otro ingeniero.
Diana Keigo- Admin
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Re: Old friends versión Vongola[Priv. Tsuna, Yamamoto, Diana & Dino]
La reunión con Byakuran ese mismo día se había retrasado, por el mismo hecho de que habían tardado demasiado en empezarla.
Aquello le había puesto un poco de mal humor, pero había pasado el suficientemente tiempo para relajarse, aun ahora llegaba tarde a la hora acordada con Shoichi. Este le había dicho que habían estado haciendo progresos, Diana y él. Spanner tardaría en su vuelta a Japón así que lo único que les quedaba era seguir como hasta ahora. Eran pocos, pero al menos eran realmente efectivos. Era por eso por lo que Dino le había dicho que tratase de convencer a Tsuna para celebrar una reunión y que trajese a los guardianes, porque aquello iba a ser importante. Iba a ser la primera reunión como Old Vongola y sin embargo... no lo veía todo demasiado claro. Tsuna era como el cielo, sin duda. Cuando estaba inestable (como en ese mismo instante) desetabilizaba a todos los elementos que le pertenecían, y era por eso por lo que le preocupaba el hecho de que no actuasen como una verdadera familia bajo esas circunstancias.
Sin embargo, se obligo a pensar que tenían que seguir adelante. La operación ya había sido puesta en marcha.
Tardó un cuarto de hora más en llegar, pero justo a Romario y los subordinados que le habían acompañado hasta Japón, entró en la escuela de secundaria de Namimori. Recordaba la vez que había trabajado allí como profesor de Inglés durante la batalla de los representantes de los Arcobalenos. Aquello le hizo sonreír un poco nostálgicos. Aunque entre aquellos recuerdos, también estaba el de Kyoya persiguiendole infinitamente para que luchase contra él y eso le ponía realmente nervioso. ¿Seguiría Kyoya, allí? Bueno, conociéndole, estaba seguro.
Le indicó a sus hombres que se quedasen por los alrededores y no llamasen demasiado la atención, puesto que ya era tarde, y sin demorarse más, acudió al punto de encuentro que había acordado con el pelirrojo: La antigua clase a la que habían asistido Tsuna y los demás.
En cuanto llegó, vio que la puerta estaba cerrada, pero habían unas cuentas voces que salían del interior. Realmente, no sabían ser nada discretos, en cuyo caso de que alguien todavía rondase por allí, pero aquello le hizo sonreír a medias algo divertido.
Romario abrió la puerta para él y vio dentro a Tsuna, lo cual hizo que su interior se relajase inmediatamente. Él estaba bien. También estaba Shoichi con él y Yamamoto a un lado. Y también... ¿Diana? Quizá el pelirrojo había creído conveniente que acudiese.
—Me alegro ver de que has podido traer a algunos. Gracias, Shoichi. —El rubio dijo, a modo de saludo, mientras entraba dentro de la sala y su mano derecha cerraba tras él. Al darle un vistazo rápido a la clase, pudo ver que no había más gente.— Supuse que ya habrían más personas porque he llegado algo tarde, pero supongo que dado las circunstancias, no han podido venir todos.
Y aquello le extrañaba de Smocking Bomb, pero preguntaría después.
—Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, Tsuna. —Le dijo directamente a su hermano pequeño (como lo consideraba él), mientras levantaba una mano con una sonrisa tranquila.
Aquello le había puesto un poco de mal humor, pero había pasado el suficientemente tiempo para relajarse, aun ahora llegaba tarde a la hora acordada con Shoichi. Este le había dicho que habían estado haciendo progresos, Diana y él. Spanner tardaría en su vuelta a Japón así que lo único que les quedaba era seguir como hasta ahora. Eran pocos, pero al menos eran realmente efectivos. Era por eso por lo que Dino le había dicho que tratase de convencer a Tsuna para celebrar una reunión y que trajese a los guardianes, porque aquello iba a ser importante. Iba a ser la primera reunión como Old Vongola y sin embargo... no lo veía todo demasiado claro. Tsuna era como el cielo, sin duda. Cuando estaba inestable (como en ese mismo instante) desetabilizaba a todos los elementos que le pertenecían, y era por eso por lo que le preocupaba el hecho de que no actuasen como una verdadera familia bajo esas circunstancias.
Sin embargo, se obligo a pensar que tenían que seguir adelante. La operación ya había sido puesta en marcha.
Tardó un cuarto de hora más en llegar, pero justo a Romario y los subordinados que le habían acompañado hasta Japón, entró en la escuela de secundaria de Namimori. Recordaba la vez que había trabajado allí como profesor de Inglés durante la batalla de los representantes de los Arcobalenos. Aquello le hizo sonreír un poco nostálgicos. Aunque entre aquellos recuerdos, también estaba el de Kyoya persiguiendole infinitamente para que luchase contra él y eso le ponía realmente nervioso. ¿Seguiría Kyoya, allí? Bueno, conociéndole, estaba seguro.
Le indicó a sus hombres que se quedasen por los alrededores y no llamasen demasiado la atención, puesto que ya era tarde, y sin demorarse más, acudió al punto de encuentro que había acordado con el pelirrojo: La antigua clase a la que habían asistido Tsuna y los demás.
En cuanto llegó, vio que la puerta estaba cerrada, pero habían unas cuentas voces que salían del interior. Realmente, no sabían ser nada discretos, en cuyo caso de que alguien todavía rondase por allí, pero aquello le hizo sonreír a medias algo divertido.
Romario abrió la puerta para él y vio dentro a Tsuna, lo cual hizo que su interior se relajase inmediatamente. Él estaba bien. También estaba Shoichi con él y Yamamoto a un lado. Y también... ¿Diana? Quizá el pelirrojo había creído conveniente que acudiese.
—Me alegro ver de que has podido traer a algunos. Gracias, Shoichi. —El rubio dijo, a modo de saludo, mientras entraba dentro de la sala y su mano derecha cerraba tras él. Al darle un vistazo rápido a la clase, pudo ver que no había más gente.— Supuse que ya habrían más personas porque he llegado algo tarde, pero supongo que dado las circunstancias, no han podido venir todos.
Y aquello le extrañaba de Smocking Bomb, pero preguntaría después.
—Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, Tsuna. —Le dijo directamente a su hermano pequeño (como lo consideraba él), mientras levantaba una mano con una sonrisa tranquila.
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Re: Old friends versión Vongola[Priv. Tsuna, Yamamoto, Diana & Dino]
Alguna deidad lo debía odiar allá arriba para darle semejante castigo, ¿Qué cosa había hecho tan mal en su vida para que le estuvieran torturando de esa forma?, realmente no creía que lo de los mundos paralelos contara, después de todo había tratado de enmendar sus errores en diez años en el futuro con la ayuda de Tsunayoshi y el resto. Recriminaba no solo sus dolores de estómago, si no que también su falta de carácter para enfrentar las cosas obvias, vamos, ¿qué tanto le costaba decirle a Diana que no le siguiera por que habían asuntos importantes que quería revisar con los conocidos?, no es que la chica no entendiera, había mostrado prudencia y comprensión otras veces no tan serias en las que se lo pedía con buenas palabras. Le escuchaba incluso, pero ahora hacerla razonar le costaría unos cuantos gestos inseguros y risitas nerviosas, ¿Cómo iba a explicar que aquella muchacha que había entrado por la ventana era la otra ingeniera con la que estaban trabajando?, necesitaba un milagro. Tsunayoshi podía ser comprensivo al igual que Yamamoto, pero no sabría si la llegarían a tomar tan enserio, el también lo había dudado cuando Dino le dijo que trabajarían juntos.
Su rostro de alegría al ver nuevamente a los antiguos Vongola pronto mutó a una de espanto, y de eso pasó a terror. Incluso con Dino Cavallone allí, ya veía venir el desastre, para más parecía reconocer al guardián de la lluvia.
— ¡Di-Diana-san en-entró por la ventana! —apuntó a la única mujer del lugar con su dedo índice acusadoramente mientras retrocedía uno cuantos pasos hacía atrás, topándose con la mesa en la que estaba sentado hace algunos segundos atrás—. ¡P-por la ventana!
Con los anteojos resbalando por su nariz se le quedó mirando, con la mente completamente en blanco. Tenía que calmarse, comportarse como el adulto que era ahora, casi diecinueve años de vida no podían pasar de esa lamentable forma, solo tenía que pensar que ella era como un Spanner en versión femenina y con una actitud un tanto desordenada.
Casi se ahoga, pronto había imaginado a su amigo con pechos. Trató de ponerse en orden y con el rostro un tanto colorado carraspeó, manteniendo su mano derecha sobre los labios para alivianar el sonido, estaban siendo muy ruidosos.
— Cr-creo que somos todos, ¿Hay alguien a quién más esperar, Tsunayoshi-kun? —trató de sonar con madures mientras endurecía la vista de momento, era la hora de ponerse serios. Repasó mentalmente su plan para esa reunión y comenzó a hacer los ajustes involucrando a Diana de por medio, si iba a estar allí se encargaría al menos de mantenerla al margen del trabajo—. Lamento haberlos reunido aquí, pero era el único lugar que cumplía medianamente con las condiciones de la reunión. Tsunayoshi-kun, Yamamoto, ella es Diana Keigo, la nueva integrante del departamento de ingeniería de la Old Vongola
La presentó sin más y luego se dio cuenta de su error, ¿Sawada Tsunayoshi sabría ya que estaban reuniendo gente a esas alturas?, rápidamente desvió su mirada hacía Dino, para que le ayudara con el tema. Había soltado parte de la bomba antes de tiempo y sin mucha anestesia.
— Tsunayoshi-kun, te he pedido que nos reunamos aquí junto a los demás para hablar sobre Vongola... más bien, sobre la Old Vongola
Su rostro de alegría al ver nuevamente a los antiguos Vongola pronto mutó a una de espanto, y de eso pasó a terror. Incluso con Dino Cavallone allí, ya veía venir el desastre, para más parecía reconocer al guardián de la lluvia.
Cargando.
Conectando al raciocinio de Irie Shoichi.
Proceso finalizado, ya puede comenzar a gritar histéricamente.
Conectando al raciocinio de Irie Shoichi.
Proceso finalizado, ya puede comenzar a gritar histéricamente.
— ¡Di-Diana-san en-entró por la ventana! —apuntó a la única mujer del lugar con su dedo índice acusadoramente mientras retrocedía uno cuantos pasos hacía atrás, topándose con la mesa en la que estaba sentado hace algunos segundos atrás—. ¡P-por la ventana!
Con los anteojos resbalando por su nariz se le quedó mirando, con la mente completamente en blanco. Tenía que calmarse, comportarse como el adulto que era ahora, casi diecinueve años de vida no podían pasar de esa lamentable forma, solo tenía que pensar que ella era como un Spanner en versión femenina y con una actitud un tanto desordenada.
Casi se ahoga, pronto había imaginado a su amigo con pechos. Trató de ponerse en orden y con el rostro un tanto colorado carraspeó, manteniendo su mano derecha sobre los labios para alivianar el sonido, estaban siendo muy ruidosos.
— Cr-creo que somos todos, ¿Hay alguien a quién más esperar, Tsunayoshi-kun? —trató de sonar con madures mientras endurecía la vista de momento, era la hora de ponerse serios. Repasó mentalmente su plan para esa reunión y comenzó a hacer los ajustes involucrando a Diana de por medio, si iba a estar allí se encargaría al menos de mantenerla al margen del trabajo—. Lamento haberlos reunido aquí, pero era el único lugar que cumplía medianamente con las condiciones de la reunión. Tsunayoshi-kun, Yamamoto, ella es Diana Keigo, la nueva integrante del departamento de ingeniería de la Old Vongola
La presentó sin más y luego se dio cuenta de su error, ¿Sawada Tsunayoshi sabría ya que estaban reuniendo gente a esas alturas?, rápidamente desvió su mirada hacía Dino, para que le ayudara con el tema. Había soltado parte de la bomba antes de tiempo y sin mucha anestesia.
— Tsunayoshi-kun, te he pedido que nos reunamos aquí junto a los demás para hablar sobre Vongola... más bien, sobre la Old Vongola
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