{Casting} Sawada Tsunayoshi

Nombre del personaje que deseas ocupar: Sawada Tsunayoshi
Por que lo deseas ocupar: Tsuna es mi personaje preferido de katekyo junto a hibari; en un comienzo me sentí muy identificada con Tsuna, tanto así que hasta hice cosplay de él. En general lo encuentro un personaje que difiere de muchos otros, es torpe pero cuando realmente necesitan de él puede hacer las cosas, es tímido pero a la vez es muy sincero a la hora de hablar, es miedoso pero es capaz de enfrentar sus miedos  por el bien de otros. Puede ser flojo, desordenado, tonto(?) pero al mismo tiempo tiene muchas características buenas (en su personalidad) las cuales va adquiriendo capitulo a capitulo las cuales aumentan su potencial de liderazgo.
Casting:
Un inmenso miedo me invadió en el instante en que abrí los ojos. Solo una obscuridad absoluta me rodeaba sin ser capaz de ver absolutamente nada a través de ella. — ¡Reborn! — Grite a la oscuridad mientras me levantaba lentamente sin poder ver el piso o mi propio cuerpo, sentía mis piernas tiritar y el miedo las dominaba. Sentí como mis ojos se humedecían, no me agradaba la oscuridad. — ¡Reborn! ¡Ya sal! — Mi grito se escuchó con desesperación en mis propios oídos mientras trataba de alejar pensamientos de “fantasmas” o similares de mi mente. No podía tratarse más que otro enloquecedor juego de Reborn, intentando que supere alguno de mis miedos, debería comprender que con esto solo aumenta el trauma.

Luego de unos segundos estático decidí girarme para ver donde estaba o como salir de allí. Esto con la esperanza de no encontrar nada aterrador al hacerlo. Por mi suerte vi a unos metros de mí como una luz penetraba al lugar dibujando el marco de una puerta. — Una salida. — Escuche como en mis propias palabras se reflejaba un mínimo de esperanza la cual probablemente no duraría, si todo esto era causado por Reborn seguro al otro lado de la puerta tendría algo que superar, pero al menos saldría de ese desesperante lugar.

Fui con cuidado entre las sombras, seguro si hubiera escuchado algún ruido hubiera corrido hasta la puerta, pero al parecer si estaba solo en el lugar, eso lo hacía más tenebroso. Tanteé con  cuidado la puerta hasta encontrar la manilla, la gire con aun mas cuidado pero no pude evitar que emitiera un leve sonido, no era bueno para cosas delicadas… aunque no era bueno para muchas cosas. Abrí expectante la puerta dejando el espacio suficiente para poder ver con uno de mis ojos. — Reborn. — Murmure manteniendo la puerta casi cerrada, pero al no obtener respuesta opte por salir a la espera de no encontrarme con nada malo afuera. Respire hondo y abrí por completo la puerta sin estar seguro de lo que me esperaba, pero al dar un paso hacia adelante mis pies se tropezaron entre sí, haciendo que callera de cara en el piso. Un leve ardor producido por el golpe domino toda la parte delantera de mi cuerpo, la cual duro solo mientras levantaba mi rostro para volver a examinar a mí alrededor. — ¡Giiiih! — No pude contener uno de mis comunes gritos al ver la habitación vacía decorada solamente con manchas de sangre por todo el lugar y tirados por el piso también se hallaban distintos objetos: el tridente de Chrome, la espada de Tamamoto y las tonfas de Hibari, entre otros. Un fuerte sentimiento se apodero de mí y mi estómago, aunque estaba vacío, se revolvió, lagrimas llenaron mis ojos. — ¿Qué este este lugar? — Me pregunte a mí mismo sin obtener una respuesta, cuando alce el rostro para lograr ver otra puerta, borrosa a través de mis lágrimas.

¡No! No hay tiempo para esto, puede que mis amigos aun estén bien, puede que aun pueda salvarlos. Pensé levantándome e ignorando a mis temblorosas piernas las cuales me guiaron hasta la siguiente puerta mientras esta pizca de esperanza lograba darme un mínimo de determinación para continuar. — Ellos deben estar bien —. Gire la manilla y un golpe en el estómago me despertó.

Fuertes respiraciones trataban de hacerme recuperar el aliento, el cual no estaba seguro si era a causa de la pesadilla o el golpe pero no era relevante, lo importante era que estaba en mi pieza todo lo anterior había sido solo un sueño.

Lambo había saltado sobre mí y se encontraba escapando por la ventana mientras en palabras denigrantes me recordaba lo débil que podía llegar a ser. — ¡No deberías saltar sobre las personas! — Grite a lambo mientras me sentaba en mi cama, pero él ya había saltado al patio ignorándome completamente como siempre. Deje escapar un suspiro — Al menos me despertó de esa pesadilla. — Confesé dándome cuenta que aun mis latidos seguían exaltados. Desde hace un tiempo que tenía este tipo de pesadilla; cuando la maldición de los arcobalenos había terminado todo se había vuelto muy caótico, pero ahora todo había vuelto a la normalidad y esperaba que todo siguiera así. No quería volver a poner en peligro a nadie, no quería dejar que nadie volviera a ser herido por mi culpa. Suspire nuevamente dejando a un lado estos pensamientos, ya no había razones para seguir pensado en lo mismo.

Voltee para ver la hora en el reloj de escritorio pero no estaba allí, se encontraba más bien en trocitos al otro lado de la pieza. — ¿Cómo lo rompieron sin despertarme? — Me levante de mi cama algo sorprendido por aquella hazaña, generalmente eran destructivos y ruidosos, no solo destructivos. Me puse en cuclillas para ver el reloj, con algo de curiosidad de cómo lo habrían destruido — ¡Mama, ¿Qué hora es?! — Toque la manecilla y un pequeño resorte salto, golpeando mi frente y haciendo que me callera sentado. Entonces escuche la voz calmada de mi mama diciendo que eran las 10. — ¡Tan tarde! ¿Por qué no me despertaste antes? — Me queje como siempre, pero en verdad era de lo más común en mí el quedarme dormido. Volví a levantarme y en un segundo estaba en frente al armario, tirando esparciendo ropa por mi pieza mientras buscaba una polera y me la ponía rápidamente, del mismo modo saque un pantalón y trate de ponérmelo saliendo por el pasillo pero al dar un mal paso termine cayendo por la escalera. — ¡Giiih! — Fue el único sonido que se escuchó mientras me caía. A veces pienso que paso más tiempo en el piso que parado. No tenía el tiempo necesario para quejarme por el dolor, así que lo hice mientras terminaba de ponerme el pantalón y me dirigí a la cocina mientras escuchaba a mi mama decirme que debía tener más cuidado y que mi desayuno estaba en la mesa justo cuando lambo se acababa de comerlo. — No te comas la comida de los demás. — No tenía sentido regañarlo o quejarme, esto era cosa de todas las mañana y tampoco tenía tiempo para esto. Tome un pan, lo unte con lo primero que encontré y me lo puse en la boca al tiempo que me dirigía a la puerta para ponerme mis converse naranjas y correr al parque donde Yamamoto y Gokudera me esperaban desde la 10. — ¡Voy saliendo! — Grite sin esperar una respuesta y deje cerrar la puerta atrás de mi mientras dejaba escapar un último pensamiento — Solo espero que no se peleen en lo que demoro en llegar. —

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