"Que los sentimientos llegarán~" [Priv. Natsu]

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Ayy! este es de mis mejores sonidos! exclamo, después de haber finalizado de cantar la última estrofa, de aquella canción que hacia algún tiempo compuso. Caminaba con paso firme por las calles aledañas a la escuela, después de un largo y agotador día de clases... ay~ que difícil era la gramática, especialmente si el profesor te rechazaba el ensayo por utilizar las contracciones propias de los músicos. Bueno, si deseaba tener calificación tendría que repetirlo, y de una "forma correcta"; tarea, cuando al fin tenía una tarde libre para ensayar, ¡hasta traía mi guitarra!.

Respiro profundamente, si tendría que elaborar un nuevo ensayo de esos que ocupan una eternidad, tendría que estar inspirada y relajada Ya se!, chasqueó los dedos y continuó su caminata por las calles, esta vez en una dirección especifica... al parque. Apresuro sus pasos, no esperaba encontrar algo especial allí, pero, la cualidad del parque es esa misma, nunca sabes que puedes encontrar~ Podía disfrutar viendo a los niños jugar, comprar un helado y caminar mientras lo come, subirse a una banca y tocar su guitarra por monedas, las posibilidades eran infinitas!

Pero cuál fue su sorpresa, que tan pronto diviso la cuadra que el parque ocupaba, observo un grupo de personas reunidas en torno a un punto, guiada por la curiosidad, se acerco por detrás del grupo para tratar de mirar, tuvo que ponerse de puntillas para observar por sobre los hombros ajenos y a través del tumulto !Un acto de magia!. Nadie prestó atención a su grito proferido, todo estaban ocupados observando al mago en el centro, que se concentraba en continuar con su acto de magia. A pesar de lo incomodo que era estar en esa situación, se mantuvo a las afueras del circulo en puntillas, saltando, lo que fuera necesario para ver al mago sacando un conejo del sombrero, haciendo flotar plumas, o apareciendo un ramillete de flores y regalárselo a una chica; como hubiera deseado ser esa chica!

Después de aquello, el mago dio sus palabras finales y agradeció a su publico, mientras muchos de ellos se acercaban a depositar algunas monedas en su sombrero. Chicos y grandes, todos iban felices; cuando se esparcían por el parque nuevamente, Ibuki fue a saltos hasta el mago y deposito algunas monedas con una enorme sonrisa, le gustaba la magia, no podía negarlo. Hubiera comenzado una platica con ese joven hombre, de no ser porque una melena rosa llamó su atención... podría ser? miró con insistencia, hasta estar convencida Lo es!.

Corrió hasta aquel joven con la emoción de una chiquilla ante su más grande idolo Wao! tienes que darme tu autógrafo, no puedo creerlo Sacó un plumón del estuche de su guitarra (que yacía en su espalda) y se lo entrego, notó que no tenía hojas a la mano, y no podía rayar las de su ensayo, flexiono su rodilla y levanto su pierna izquierda, al igual que un poco su falda para dejar un poco de piel a la vista Puedes autografiar en mi pierna! prometó que cuidare que no se borré!

–¡Ah!¡Como adoro Japón!– dije  suavemente sentado en la punta de una torre de comunicaciones.

Namimori no estaba en mi cronograma de viaje, tampoco lo conocía así que no tenía idea de que podría visitarlo, pero el pequeño pueblo era genial. Simple como me gustaban las cosas, tiendas de antigüedades, un templo cerca al bosque, un zoológico… ¡Era como una ciudad en miniatura! Me lo pase chachi en el pueblo dando vueltas de aquí para allá con sombreros raros y material de turista: gafas de sol, bufanda, cámara de mentira, hasta me toco regalar un oso de peluche gigante que había ganado a un deambulante en una de esas atracciones de medir la fuerza con un martillo. Se lo di a un vagabundo que dormía en una caja.

No sabía qué hacer, pero tenía una ciudad entera por conocer. Me pase por un restaurante de sushi bastante original, donde el chef cortaba el sushi como un samurái. Le pedí que me enseñara y me puse en eso un rato, pero era un desastre, aunque el amable hombre dijo que primero debía dominar el Shigugu Soyan Pyun, o algo así. No le di importancia y seguí dando vueltas por ahí, había de todo, un mimo en las calles me acoso un rato hasta que hice acrobacias que le causaron un pequeño problema lumbar (pobre hombre).

Llegue a un parque concurrido de gente que acababa de ver algún tipo de espectáculo y aplaudían sonoramente. Me acerque en vano intentando ver lo que aplaudían, pero no dejaban ver por ningún lado. Al final, la gente comenzó a dispersarse y el hombre, que tenía un sombrero de copa y una capa, se giró a hablar con unas personas. Me dispuse a hablar con él pero fui interrumpido por una chica colegiala, no mayor que yo, con ojos de ponqué. No tenía pinta de ser la típica chica normal, tenía el pelo tinturado y una guitarra al hombro. Al alcanzarme me pidió un autógrafo casi de ipsofacto y comenzó a buscar entre su estuche. “Asi que al fin han reconocido mi talento” pensé sintiéndome un poco halagado. Entonces me entrego un plumón y levanto la pierna y con ello su falda, pidiéndome un autógrafo allí.

–¡Claro! A nombre de quien…– me pare y reflexione unos segundos –¡Oye! ¿¡De donde me conoces!?– aún no había dado ninguna presentación así que no era posible que alguien me conociera, mucho menos para pedirme un autógrafo.

Esperaba ansiosa, guardando el equilibrio hasta que el chico pelirrosa terminará de firmar en su piel, y tuviera que cuidar, como prometió, que el autógrafo no se borrase. A nombre de Ibuki Mio! contestó a la pregunta que el otro no terminó de formular. Espero hasta ver su nombre plasmado con tinta, pero el joven se detuvo y ella, se quedo con las ganas.

Frunció el ceño y bajo la pierna, que comenzaba a acalambrarse de tanto haberla tenida levantada en vano No es obvio?! sacudió su falda para componerla y se cruzó de brazos. Tu cabello, y esas ropas dibujo una gran sonrisa en su rostro. Sobre todo tu cabello... lo señalo y levanto la voz La chica de closer! ja! acaso creyó que la gran vista de Ibuki sería engañada con ese extraño atuendo? que equivocada (equivocado) estaba.

Apenas hizo su revelación, dio un par de vueltas alrededor de él, examinándolo de cerca Siempre supe que había algo raro en ella, ninguna chica puede ser tan sensual y ser mujer Se detuvo repentinamente frente a él O acaso solo fuiste su doble? lo miró inquisitiva Si fuiste su doble también puedes firmarme un autógrafo! los dobles son tan importantes como los actores en las películas asintió dos veces con la cabeza Nadie debe menospreciar su trabajo asintió de nuevo.

Vaya... giro sobre sus pies No sabía que al venir a este parque me encontraría con un espectáculo de magia y después con una estrella! o su doble! empuño la diestra con decisión Hoy estoy de suerte! pero recordó que un tenía que terminar un ensayo bueno... hoy casi estoy de suerte!.

Cuando sobre carga de emoción consiguió esfumarse un poco, reflexiono acerca de la presencia del de cabello rosas espera... porque estas en Japón? será que grabarás un filme aquí?! levantó el brazo derecho quiero ver!! sus ideas venían tan de prisa, que no daba tiempo a escuchar comentarios ajenos.

La chica al oírme bajo la pierna y me miro con el ceño fruncido, mirándome detenidamente mientras yo sorbía de mi refresco de limón. Luego sonrió y me llamo “chica del closet”, así con la alegría que tienen los fanes de Shakira cuando la ven. Trate de hacer memoria, pues no recordaba ser ninguna chica y no recordaba haber estado en un closet, pero fue en vano al no lograr recordar absolutamente nada. Pero la cosa no acabo ahí, la chica comenzó a hablar de nuevo con su voz alegre y comenzó a darme vueltas, mientras yo la observaba tomando mi bebida. Entonces fue cuando menciono lo de los dobles de películas y recordé mediante un flashback lo sucedido.

El contenido del flashback era como me ponían un vestido para parecer a una actriz de una película y luego me lanzaban por los aires una y otra vez. Fue algo divertido, me pagaron por eso y por llevar los trajes a la lavandería. Los estudios se quedaron 1 semana y luego volvieron a Hollywood así que tuve que buscarme otra manera de ganarme la vida mientras viajaba. Pero cuando me dispuse a contarle a la chica que solo fui un doble por cierto tiempo comenzó con una chachara interminable y no me dejaba hablar.

–Si pero es que…– me corto con palabras –Pero déjame decirte que– nuevamente silenciado.

Estaba haciendo tanto escándalo que la gente comenzaba a mirarnos extraño y me sentía incómodo, así que le tape la boca –Vale, ahora solo camina– le dije mientras la conducía a un banco del parque. Cuando le destape la boca volvió a intentar hablar así que volví a tapársela.

–Escucha, si, fui el doble de esa chica y los estudios se fueron hace mucho– dije lentamente –Además, solo fue un empleo temporal, así como cuando vendes limonada en los veranos– luego de una pausa agregue –Y hablando de limonada, si no dejas de parlotear te tirare mi bebida en la cabeza– le dije y la solté con el vaso preparado encima de su cabeza y una sonrisa algo sádica esperando que hablara.

¿Realmente podría asistir a un rodaje cinematográfico? ¿Uno real? Bendito Japón que estaba siendo utilizado por sus bellos paisajes, y mejor la suerte de haber encontrado a la bailarina de closer!! (o su doble).

Nuevas ideas convertidas en comentarios venían a su boca e intentaban salir para amenizar el aire con la melodiosa voz de la joven de cabellos tutifruti; pero antes esta fue silenciada y arrastrada hasta una banca cercana del parque Sera que... nuevamente fue silenciada, y no pudo terminar de preguntar si podría ser una doble, porque le parecía interesante poner en riesgo la vida para salvar la de una cara bonita, bueno~ si de salvar chicas hermosas se trataba, Ibuki estaba dispuesta a romperse la nariz las veces que fueran necesarias.

Dejo de fantasear y se dispuso a escuchar a la estrella pelirrosa que se aferraba a mantener sus labios sellados; ja! lo sabía! el estuvo en esa película... ¿Que los estudios se fueron? hubiera querido hacer un berrinche por la decepción, su oportunidad se esfumó tan rápido como llegó... trabajo temporal, se podía hacer eso? trabajar unos días y salir en un filme! (ahora estaba más dispuesta a abandonar su perfilada nariz)... ok ok, tenía muchas preguntas que hacerle al chico acerca del oficio, pero NO estaba dispuesta a llenar su cabello de azúcar barata; Acaso sabía el lo difícil que era lavar el largo cabello de ibuki?! Si su cabello rosa era manejable, no significaba que el de ibuki también lo fuera.

...

Se quedó en silencio aún cuando su boca estaba libre y lista para ser usada; en cambio se quito el estuche de guitarra de la espalda, lo colocó a un lado y se sentó sobre la banca, con las rodillas muy juntas y sus manos sobre estas.
No hacia más que esperar indicaciones para hablar de nuevo, ya que su plumón continuaba en manos ajenas (y tampoco podrías escribir para comunicarse)... más preocupante aún, esperaba que el vaso con bebida barata se alejara de su cabellera.

La chica se quedó mirándome, quieta sin mover ni un pelo. Era como si el simple hecho de la bebida importara más que su opinión sobre las cosas que acababa de decir. Al verla tan seria lo único que logre sacar fue una carcajada tan fuerte y sonora que logro atraer la atención ya disipada de la gente, pero mi cerebro no lograba procesar su reacción de ninguna otra manera. ¿Qué estaría pensando la chica? Seguramente no pensaba como toda la gente que estaba loco y solo causaba escándalos. No, la chica era particular, en su cara se notaba que pensaba diferente y que seguramente ni se habría fijado en su pinta extraña de turista.

Entonces, antes de que pudiera indicarle que podía hablar sucedió algo inesperado. En la otra esquina del parque había un grupo de gente reunida con camisetas iguales que se acercaban cautelosamente a la banca, yo solo los miraba de soslayo pero fue cuando estuvieron más cerca que note algo bastante inusual en sus camisetas, y era un estampado que decía “Club de fans de closer”. Entonces mi cabeza y mi corazón dieron un vuelco estrepitoso. –Vale, necesito un favor de tu parte, y quiero que seas muy discreta– dije a la chica mientras ellos se acercaban más y más –¡CORRE!– le grite y la tome de su mano para salir corriendo al lado opuesto del parque.

–¡Que no se escape!– escuche desde atrás de nosotros y seguí corriendo. Dando  miradas furtivas hacia atrás cada vez que podía para ver a esas personas corriendo detrás de nosotros. No tenía tiempo para ver la reacción de mi acompañante pues se acercaban a una velocidad tremenda, lo que podía lograr el fanatismo era increíble. Lo que no me había fijado era en que nos habían tendido una emboscada en una de las salidas del parque. –Lo siento– dije a la chica y me la monte en el hombro para tener más comodidad a la hora de moverme, entonces comencé a subir por uno de los deslizaderos para saltar la valla del parque. A lo que los fans respondieron con “Oh”s y “Ah”s.

–¡YUJU!– grite de la emoción y corrí calle arriba para así escapar escondiéndonos en un callejón donde baje a la chica con una sonrisa en mi cara –Ya puedes hablar–

La bebida, el pelirrosa, la bebida, el pelirrosa... su mirada se alternaba entre ambos, mientras esperaba que dejaran de amenazarla. Ya empezaba a dolerle mantener la boca tan cerrada, quería continuar hablando... "libertad de expresión!". Pero antes de recibir cualquier indicación, el chico comenzó a reír como poseído, que era eso tan gracioso?! también quería reír, pero por mas que buscaba con sus ojos, no veía nada divertido; solo logró encontrar un grupo en donde todos vestían de manera similar, eso era tan gracioso? a ella no le parecía ni remotamente lindo~

En fin, el pelirrosa se le acerco para pedirle algo, un favor? discreción? Ibuki asintió con a cabeza y mucha decisión, sin saber que le pedirían... Correr?! Hizo un esfuerzo sobre humano para no contestar a ese alboroto, segundos después ya se encontraba corriendo de la mano del chico, apenas tuvo tiempo de jalar su estuche y llevarlo en la otra mano.
Sin tener una mínima idea de porque, corría tanto como podía, cuando miró atras, el grupo de las blusitas idénticas los seguian ¿Que ocurreeee?!. Segundos después, fue tomada por los brazos ajenos que la montaron como un costal de papas en un hombro... bueno, solo le quedo fingir que realmente era un costalito de papas y se quedo quietecita, por entonces se fijo en otro grupo recién aparecido y al fin entendió las cosas... trataban de robar a su "estrella". Lo demás que sucedió fue sacado de una pelicula, subir a un deslizador, saltar una valla, correr de los alocados fans, perderse dentro de un callejón y recibir la gloriosa indicación del chico doble de acción.

Ibuki suspiro con fuerza ... Eso fue increíble! se palmeo las mejillas con ambas manos Ibuki se encontró con el doble de la sensual chica de closer, sus fans lo reconocieron e intentaron robarselo pero... ja! Ibuki lo vio primero comenzó a ir y venir dentro del callejón Ibuki termino involucrandose en una persecución! Saltamos una valla! regreso hasta el chico y lo miró insistente Hay que hacerlo otra vez!.

Jalo el estuche de su guitarra y se lo coloco en la espalda Por un momento creí que perdería mi guitarra, todo fue tan rápido~ señalo al chico Definitivamente eres un doble de acción! corriste y, me cargaste como si nada y... volviste a correr y uhhh! dobló su torso y se tomo de las rodillas A ibuki aun le falta el aliento te-hee~

No hacía más que reírme, había sido divertido, como una montaña rusa, sube y baja a grandes velocidades. Jadeaba recuperando el aliento, pues tampoco era ningún tipo de luchador o atleta para correr con una chica de por lo menos cuarenta kilogramos montada en mi espalda. La chica gritaba como desquiciada, como se notaba su emoción, parecía salida de un concierto de rock, de hecho tenia pinta de rockstar. Lo único que no lograba entender era de donde había salido la muchedumbre, momentos antes de la emboscada no los había visto por ningún lado, no eran parte del público del mago ni los note cuando la chica comenzó a gritar.

La chica se hizo en el suelo para tomar el aliento y yo tome asiento junto a ella, y solo la observe, era bonita y llamaba mucho la atención. No sabía muy bien que decir para romper el hielo y comenzaba a sentirme incomodo así que espere a que terminara de recuperar su aliento para levantarla del suelo y ponerla de pie. –Acompáñame a conocer la ciudad, soy turista– le dije invitándola a caminar a mi lado y simplemente le sonreí. No sabía muy bien a donde ir en ese instante, pero seguramente cualquier escenario sería mejor que un callejón viejo, sucio y oscuro para una “cita” con un extraño. Comenzamos a caminar calle abajo y ella como antes empezó a hablar, aunque afortunadamente en un tono de voz completamente aceptable entre las personas normales.

Al final de la calle vi una tienda de postres que me llamo bastante la atención, pues los postres en la ventana se veían con un brillo especial, ese mismo brillo especial apareció en mis ojos al fijarme en todos los sabores de postres que habían en el escaparate. –Ven, te invito a un postre– dije mientras la tomaba de la mano para arrastrarla a la fila de la caja registradora. Mientras esperábamos en la fila me gire hacia la chica, tenía aire curioso. –Oye, ahora que lo pienso, ¿Para que fuiste al parque?– pregunte con calma –¿Sabías de la presentación del mago?– añadí al recordar que ella estaba espectando al mago.