[Priv] A Twisted of Fate.

El sol estaba en su punto máximo, la ligera brisa acariciaba las copas de los arboles,  los sonidos del bosque y la montaña regocijarían el corazón de cualquiera, excepto el de un trajeado perdido en la bastedad de la montaña.

Ahí estaba Artyom tan lejos de la sociedad como del objetivo de su trabajo, "¿cómo es posible que le haya perdido de vista en tan poco tiempo?" Será verdad que posiblemente no era la primera vez que visitaba ese lugar pero "¿Cómo podía ser tan escurridiza una persona y como había logrado darse cuenta de su presencia tan pronto como para dejarlo tan perdido de esa manera?", Mientras mas y mas preguntas se formulaban en su mente mas exhausto se sentía, hacía mucho tiempo que no se adentraba en una montaña y el calor simplemente le drenaba todas sus energías poco a poco.

Si la cagaba en este trabajo tendría que despedirse de la comodidad de una cama y pasar una temporada en la calle –No otra vez- pensaba mientras seguía a paso lento "¿Qué tanta resistencia podría tener esa chica?" Parecía una oportunidad soñada "¿tal barbárica cantidad de dinero solo para encontrar una chica prófuga?" Parecía la respuesta a todos sus problemas… pero allí estaba hablando consigo mismo, muerto de calor, perdido en quién sabe dónde y ni rastros de sociedad cerca, o al menos eso era lo que pensaba…

Un disparo atronador perpetuo la delicada paz de la montaña, Sin pensarlo mucho emprendió la carrera a toda marcha preparándose para la batalla, casi le brillaron los ojos cuando vio a la chica escurridiza de no ser por el par de gorilas armados a unos metros de ella, casi por reflejo y sin piedad abrió la su caja de arma y disparo certeramente a las cabezas de los simios que no hicieron más que un ruido sordo al desplomarse sobre la tierra, allí estaba por fin solo a unos metros de su objetivo y su jugosa recompensa.

Persecuciones, el trabajo perfecto para Daenerys, quien pese a su falta de fuerza podía ser ágil, veloz y producir sutiles movimientos sin ser descubierta, le encantaba este tipo de trabajos… claro cuando no era a ella a quien buscaban. De todas formas, ¿Cómo fue que dieron con su paradero? Digo, nadie supo nada más de ella desde el incidente de los niños en Roma, más aun, nunca dejo ver su anillo a nadie más desde esa época, además era absurdo que aun la buscaran luego de tantos años. Suspiro la joven mientras corría adentrándose por los bosques italianos, un lugar perfecto para esconderse ya que se le deba muy bien la naturaleza y al mismo tiempo el lugar perfecto para que nadie resulte lastimado.

Una vez lejos de todo comenzó a caminar tranquilamente entre los árboles mientras se sacaba el collar con su anillo para observarlo mejor por un momento. — Tú sí que me traes problemas. — Comento la muchacha dirigiéndose al objeto inanimado que en un momento despareció de sus manos. Una ardilla había saltado de un árbol tomando su valioso tesoro. Era increíble, en años muchos mafiosos intentaron tener en sus manos aquella joya, la cual no estuvieron ni cerca de poseer, pero en dos segundos aparece una ardilla que lo robo en el primer intento.

Rys se quedó mirando fijamente a su adversario unos segundos, sus grandes ojos turquesas le declararon la guerra al pequeño animal. Salto hacia adelante para atraparlo, pero el pequeño animal salto sobre su cabeza dándose un impulso hasta la rama de un árbol. — ¿Puedes volar? — No alcanzo a mostrar mayor sorpresa cuando el peludo animal comenzó a correr por las ramas de los árboles, dirigiendo el camino de la joven.

El animal salto de una rama sin percatarse de la presencia de una segunda persona presente que lo agarro de la cola justo cuando Rys aparecía frente a ellos. — Mira lo que me he encontrado, ¿no es un lindo animal? — Dijo un masivo sujeto a su acompañante mientras sujetaba a la ardilla de la cola. — Más importante que eso, no tiene algo valioso entre las garras. — Respondió su acompañante tocando el anillo del cielo con una pistola y dando un balazo a centímetros del pequeño animal. — ¡Suelten al pequeño, le hacen daño! — Ordeno prepotente la joven sin una pizca de miedo, pero antes poder continuar los sujetos habían muerto en manos de un tercero que acababa de aparecer. Fue entonces cuando la pequeña ardilla libre corrió hasta la joven posándose en su hombro y devolviéndole el anillo. — Ahora si me quiere. — Se dirigió a la ardilla mientras tomaba el anillo de vuelta en sus manos y escondiéndolo bajo sus mangas como toda una maga. — Muchas gracias por ayudar, en verdad estaba en problemas. — Mintió a la persona que la "salvo" mientras se acercaba. — En verdad es muy peligroso andar por los bosques, creo que mejor me voy a mi casa. — Rasco la cabeza de la ardilla quien seguía en su hombro.

La mitad del trabajo ya estaba hecha, los matones muertos y la chica acorralada, pero había algo que le seguía dejando mal sabor de boca, era imposible que alguna mafia haya contratado unos matones tan débiles, pero estaba bastante seguro que era el único que había aceptado la misión , después de todo la escaza descripción que daban sobre la chica y la muy extensa extensión de territorio harían que solo un loco desesperado tomara el trabajo – y ese soy yo! Ha ha ha- pensaba mientras poco a poco recapacitaba lo estúpido que fue. –Ugh Bueno, bueno ya tendré tiempo para pensar cuando tenga el dinero en mis manos-.

Solo cuando estuvo bastante cerca de muchacha mirando su delicado rostro un destello de lucidez se esparció por toda su mente , los recuerdos enterrados de aquel día revivieron y se adueñaron de su mente como un violento incendio, la montaña la recordaba muy bien ahora, las batallas , la sangre, sus compañeros de pronto todo comenzó a danzar en su mente , cegado por el dinero había olvidado su objetivo más importante y había llegado inconscientemente al mejor lugar para recordar.

Mientras más lo pensaba más imposible parecía, había pasado años buscando información de su antigua familia sin rastro alguno y de pronto la primogénita el jefe estaba frente suyo jugueteando con un pequeño y adorable animal – debería conseguir una mascota- divagaba en su mente mientras se alejaba del tema principal de sus pensamientos.
Ya frente a frente con la misteriosa chica formulo la única frase que podría ponerle fin a todas sus dudas pero al mismo tiempo podría desencadenar un montón de cosas de las cuales no estaba ni la mitad de preparado , tomando una profunda bocanada de aire prosiguió a decir – Señorita Rys –tragando saliva- Juraría por dios que creo que estoy viendo un fantasma, pero si mis recuerdos no me están engañando otra vez entonces debes de tener en tu posesión un anillo muy particular, ¿puedo verlo?.

“Señorita Rys”, no había escuchado eso hace mucho, desde que toda la familia Scodelario murió nunca había vuelto a ser nombrada de esa manera, incluso en la mansión en la cual vivió después, siempre fue llamada como "Señorita Daenerys" siendo tratada con absoluto y frío respeto. Pero ser nombrada con la cercanía que la llamaban en la infancia no era algo que quería escuchar; lo único que traían consigo aquellas palabras eran las escenas de muertes y destrucción en las cuales toda su vida se venia abajo en un momento, recuerdos que quería enterrar en lo más profundo de su mente. — ¿Perdón? — Contesto con clara molestia la joven como si le hubieran faltado el respeto.

Claramente este sujeto sabia quien era ella, ¿Como podía ser eso posible? Todos lo de la familia habían muerto y ella nunca conoció el mundo exterior antes de ellos, simplemente no habían registros de su existencia, o eso pensaba a este momento. — ¡Jo!  En primer lugar, siquiera sabes si soy la persona que buscas, deberías controlarte un poco que soy una simple niña paseando a una ardilla. Y si vas a confundir a otros con un fantasma podrías procurar que la persona si lo sea. — Sonrió la pequeña mientras trataba de mantener la situación controlada y la ardilla aun en su hombro le hacía caricias en la mano, ¿Quién lo diría? El pequeño se había encariñado pronto con la peli morada, y era un gusto para ella ya que le gustaban mucho los animales. — En segundo lugar, ¿Por qué crees que mostraría mi anillo a una persona cualquiera? Si esta es tu forma de robar deberías buscar una mejor, porque así no conseguirás mucho. — Suspiro y negó con la cabeza aun con esperanzas de poder irse y borrar todas sus huellas para que nadie vuelva a encontrarla, pero antes de eso podría intentar obtener un poco de información; al fin y al cabo no todos los días puedes obtener información directamente de las personas que te persigue, pero si ya habíamos llegado a esa escena lo mejor era continuar con la obra. — De cualquier forma ¿no deberías presentarte antes? De paso también podrías contarme para quien trabajas y cuánto vale mi cabeza, ya sabes de todos modos seguro tu trabajo seguro es matarme, si es el caso no debería preocuparte que esparza la información. Pero debo advertirte que soy tan escurridiza como este pequeño. — Le hizo caricias a la ardilla.

Solo bastaron dos minutos de charla con ella para arruinar completamente la imagen de la delicada princesa que recordaba, por supuesto era imposible que ella lo recordara a él, siempre anduvo de misión en misión aprendiendo de Ivanov, solo en contadas ocasiones especiales diviso a la pequeña jefa, lucia tan débil y frágil que le costaba creer que era la misma persona que tenía al frente suyo, pero no cabía duda mientras más recordaba la imagen de la señorita más seguro estaba de que ella era la real.

Ella se rehusaba a exponer su anillo lo que afirmaba su hipótesis, solamente debía encontrar la manera de convencerla “No todos los días un asesino cambia de opinión y dice ser parte de tu familia” pensaba mientras acariciaba la evasiva ardilla, --Bueno, bueno, primero que todo debes mantener la calma, es cierto que me mandaron a secuestrarte pero no tenía ni la menor idea de que resultarías ser alguien de mi misma familia y más aún la primogénita del jefe--, Al tiempo que terminaba la última frase el puzle que tenía en su mente comenzó a encajar, Quien sea quien esté buscando a ella  obviamente iba tras  el anillo que escondía tan recelosamente, entonces “¿Por qué no habían ido tras su anillo en primer lugar? O quizás querías tenerlos a los dos juntos y matar dos pájaros de un tiro, así la misteriosa naturaleza de la misión y la exuberante paga que ofrecían cobraba sentido, “ellos o el” sabían de su pasado”, - genial, gaste lo último de mi dinero para llegar aquí, mi trabajo era una trampa, esta chica ni siquiera recuerda quien soy y parece lista para correr en cualquier momento--.

-Uff- Con una leve sonrisa comenzó a Acariciar la cabeza de la chica y con la otra mano le mostro su anillo – sé que tienes uno igual en debajo de tu manga, no hay mucho tiempo para explicar, quien sea el que esté detrás de todo esto nos tendió una trampa a los dos y me temo que no nos queda mucho tiempo, si no actuamos ahora ninguno saldrá vivo de esta montaña, ¿ahora qué me dices? ¿Vienes conmigo o te llevo a la fuerza?

La ardilla intento morder al albino en el instantáneamente luego de ser acariciada, mientras más tiempo pasaba con aquel roedor, más me daba cuenta de lo parecido que éramos. Vaya creo que terminare acostubrandome a este pequeño más rápido de lo que pensaba. — Para que sepa no estoy para nada alterada. — Asegure con arrogancia, pero ¿Cómo se supone que debía estar tranquilla al escuchar que era de su familia? Más aun la “primogénita del Jefe”, está bien, me encontraba completamente perdida, él sabía exactamente quién era y no había razones para ocultarlo. Pero aun así tampoco habían suficientes razones para pensar en el como un aliado, después de todo, dijo que era perteneciente a mi familia, pero mi “familia” ya no existía. — Pero te equivocas en algo, yo no pertenezco a ninguna familia, al menos no ahora. —

¿Quién demonios es esta persona? Y que se cree integrándome a su familia imaginaria, solo recordando la forma en como pereció me da ganas de nunca haber nacido en ella, y peor que eso es que llevo su apellido que me recordara por siempre que alguna vez existió… que toda la masacre fue real. — Pues deberías planear mejor como gastar tu dinero, y si, solo estoy esperando que te distraigas un poco más para escaparme de esta. Pero sabes, antes de eso debería morderte la mano por acariciarme la cabeza de forma tan familiar. — Dije con decepción al pensar que tal vez la persona que tenía en frente no era tan hábil como esperaba, digo que persona hábil gasta todo su dinero en algo inútil, y no, mis videojuegos no cuentan como cosas inútiles. Me adelante a los pensamientos de mi conciencia.

Entonces me mostro lo que era un anillo a juego con el mío, era un anillo de los guardianes pertenecientes a la familia Scodelario, una verdadera reliquia familiar el cual debió haberse perdido con su dueño, pero no, estaba aquí frente a mis ojos. Empuje la mano de tipo y di un paso para alejarme. — ¿Crees que mostrándome esto me convertirás en tu aliada? Pues te equivocas en algo, la familia a que “perteneces” pereció hace mucho y con ello los anillos, seguramente si alguien los tuviera serían las mismas personas que asesinaron a todos, pero necesitaran a más de uno para matarme. — Sonreí completamente confiada, aun si no era cien por ciento seguro que sea capaz de ganar una pelea, si podía asegurar una escapatoria exitosa. Pero había algo que me daba verdadera curiosidad y por curiosa siempre he llegado a meterme en un sinfín de problemas.

Pero antes de poder hacer preguntas sobre la supuesta trampa en la que estábamos pude percatarme de ruidos en el bosque, gracias a mis agudos sentidos. Personas se acercaban eso pude asegurar observando a la dirección de donde provenían; por la reacción de mi pequeño amigo peludo puedo decir que eran personas fuertes, siempre los animales son más sensible a estas cosas. — ¿Puedes sacarnos de aquí? — Murmure a mi erizado animal, el cual asintió y salto de mi hombro y se alejó un poco deteniéndose mientras esperaba que lo siga. Que inteligente animal. — No voy ir contigo, iré con él. — Dicho esto me fui con mi ahora fiel amigo.

Dios, se supone que este sería un trabajo fácil y simple, ir a buscar una chica y traerla devuelta sin más complicaciones, tendría mi paga y podría seguir con mi vida, pero no, ahora que por fin luego de seis años de búsqueda de la más insignificante pista sobre el ataque a mi familia y sus integrantes tengo al frente mío a la persona más importante que podría encontrar, hablando con una ardilla mientras me da sermones financieros. –Genial- pensó, ahora una ardilla acaba de ganarme y se va con la única persona que puede tener información confiable sobre ese fatídico día.

Pronto los ruidos en las lejanías del bosque se hicieron más notorios, la sorpresa del tan explosivo “reencuentro” habían le habían hecho olvidar prestar atención a sus alrededores -¡Espera!- le grito el albino mientras la chica avanzaba con su compañero animal –Es cierto, la familia ya no existe o por lo menos oficialmente, al igual que tu creía de ser el único superviviente, ¡pero mírame! Estoy de pie delante de la señorita Rys, dejarte ir seria como escupir sobre la tumba de nuestros compañeros caídos, Seguramente recuerdas a Ivanov, el guardián de la nube, yo estuve con él hasta el final y con sus últimas fuerzas me encargo la misión de proteger los anillos con mi vida y hasta ahora creí que el anillo del jefe había caído en manos enemigas, Reconociste el anillo inmediatamente lo que indica que desgraciadamente recuerdas muy bien ese día…

“como hablarle a una pared” dentro de él aún se negaba a creer completamente que la señorita y esa mujer arrogante eran la misma persona,--Aunque en parte tiene razón— "seguramente la ha pasado muy mal desde “ese día”, claro esta es la hija de la familia la cual escapo con el anillo más importante seguramente el enemigo aposto todas sus cartas a la posibilidad de que ella tuviera todos los anillos en su posesión", sin saberlo ella lo había protegido actuando de señuelo todos estos años, -- Otra razón para no dejarla ir sola—pensó.

Rys se detuvo ante las palabras del albino, pese a que los ruidos parecían acerarse ¿Qué podía pensar de esta situación? En verdad todo había ocurrido de manera muy improvisada.  “La familia ya no existe o al menos oficialmente”, claro que no existe, fue aniquilada y aunque queden persona ya no sería como una familia, para serlo tendría que haber un sentimiento de unión y de protección entre nosotros, una verdadera familia es más que un simple grupo de personas reunidas y yo no me siento parte de una. — ¿Ivanov? — Claro que recordaba ese nombre, él era de los antiguos guardianes de su padre, siempre estaba afuera por misiones, pero de igual forma siempre le traía cosas cuando regresaba y le contaba sobre sus viajes por el mundo, lugares que en algún pasado anhele conocer pero ahora que tengo la oportunidad de hacerlo no tengo con quien compartir la experiencia.

Deje salir un suspiro para no parecer tan interesada en su historia, pero la verdad es que quería saber más, pero ¿En qué cambiaría si él era o no parte de la familia? Esta ya estaba destruida y su forma de vida seguiría siendo prácticamente la misma. — Esta bien, supongo que puedo creer parte de tu historia y dejarte venir conmigo. Pero no conseguirás dinero de mí. ¡Vamos! — Me burle antes de comenzar correr tras la bola de pelos. No le quería contar que a mí también me salvo uno de los guardianes, simplemente no podía contar mi versión de los hechos antes de estar completamente segura de que este sujeto era quien decía ser. Darle la confianza a las personas solo les daba la oportunidad de traicionarte, por lo mimo no necesitaba confiar en nadie.

Comencé a correr por el bosque guiada por mi ardilla  cuando pude sentir los disparos alcanzando a reaccionar de forma muy improvisada, ellos no estaban dirigidas a mí, sino más bien a mi pequeño nuevo amigo que nos guiaba — Ciel griffes. — Murmure mientras mis manos se cubrían de las hermosas llamas cielo y eran lanzadas en un rasguño logrando detener las balas; la ardilla rodo a causa del ataque alejándose unos metros de mí.

Esto me recordó un suceso de cuando era pequeña, habían personas que me decían que los que tenían las llamas del cielo eran personas más “benevolentes” a causa de la llama de la “armonía” y pese que solo conocía a mis padres como usuarios de esta llama, lideres comprometidos y bondadosos, podía asegurar que no era cierto, simplemente tenía la certeza de que las personas eran diferentes y no se podía esperar nada de ellas si nos fijamos en simples estereotipos. Aun así era verdad que prefería evitar causar daños innecesarios a las personas o animales, pero quería creer que yo era así y no tenía que ver con el tipo de llama que poseía.

— Vaya, parece que me he equivocado de objetivo, como iba adelante pensé que iba a ser alguien más importante. — Comento el sujeto que había aparecido de la nada mientras se acercaba, tomaba la ardilla en sus manos y le apuntaba con una pistola. — Pero parece ser más importante que cualquier animalejo de este bosque. — No pude evitar enojarme ante aquella situación, ¡era a segunda vez que la usaban de rehén en el día! — Pues te metiste con la ardilla equivocada. — Creo que desde ahora en adelante tendré que vigilar mejor sus pasos o puede terminar siendo más buscada que los anillos Scodelario. Deje caer el anillo del cielo por mi manga hasta llegar a mi mano, para girarlo un poco antes de ponérmelo, pero antes de hacerlo el sujeto había comenzado con lo suyo. — No, no, no ~  una niña no debería jugar con esas cosas. — Hablo el secuestrador mientras la llama de la niebla lo rodeaba y aparecían de pronto dos de él con dos ardillas. — ¿Quién puede ser el real? — Lo último que se escuchó de ellos fue una risa al unísono antes de que ambos comenzaran a correr en sentido opuesto por el bosque.

No me detuve a meditarlo mucho tiempo, no tenia tiempo, solo quería separarnos por lo que lo único que hice fue correr detrás de cualquiera de ellos con la esperanza de que el fuera quien tiene a mi real mascota.

No podría describir correctamente la gran sensación de alivio que recorrió su cuerpo en el momento que la señorita reacciono con el nombre de Ivanov y accedía  a que la acompañase –uff muy bien, ¿pero no te parece que necesitamos un guía algo más… humano? no le parecía muy buena la idea de confiar en una ardilla para salir de la montaña pero sabía muy bien que corría el peligro de hacer que la muchacha cambiara de parecer y lo dejara solo.

Mientras observaba la espalda de la señorita, no logro contener el recuerdo de sus viajes con Ivanov, claro que nunca se había perdido con él, Ivanov era el sentido de la orientación en persona, podían vendarle los ojos y tirarlo en algún desierto y llegaría antes de la hora del almuerzo –  ahora mismo debe estar llorando de la risa al verme usar una ardilla como guía-.

Rys corría bastante rápido como para seguirle el ritmo al esponjoso animal, Solo allí Artyom recordó lo exhausto que se sentía antes de encontrarse con Rys, dicen que el cansancio y el dolor son mentales –Pues es verdad- se dijo para sí mismo mientras seguía a unos metros atrás de la jovenzuela, era cuidadoso de no acercarse demasiado, ya había jugado todas sus cartas para convencerla, hacerla enfadar (otra vez) no era muy buena idea ya que su  personalidad…. Dejaba mucho que desear.

En seis años la gente puede cambiar mucho pero todavía estaba tratando de imaginar en el mundo que ella vivía– Quizás deba aprender el idioma de las ardillas, así por lo menos hablaríamos en el mismo canal, me pregunto si darán clases particulares en algún lugar…- Unos disparos lo sacaron abruptamente de sus profundos y estúpidos pensamientos.

El nuevo enemigo era completamente diferente al par de gorilas que había enfrentado antes, eso se podía justificar a simple vista , desprendía un aura salvaje, aunque sus ojos no desprendían mas inteligencia que los del animal en sus manos, quedo perplejo cuando uso un truco tan antiguo como multiplicarse y correr que Artyom no logro  contener su cara de pokerface cuando Rys salió disparada tras una de las copias del matón.

– Esper..!- no logro continuar la frase cuando ya la había perdido de vista – si que tiene energía cuando se trata de una ardilla, me alegra que no corriera de la misma forma por su vida si no ya estaría acampando en el bosque a esta hora-
-Lanza un suspiro- Bien ahora puedes salir de donde estas, ¿ese truco barato era solo para separarnos cierto?- , terminada la frase el matón y la ardilla de la discordia salieron distorsionando el aire.
-Bueno, bueno, me alegra que uno de los dos tenga algo de cerebro, es aburrido tener que lidiar con gente estúpida-  
-¿entonces supongo que no hablas mucho contigo mismo, no?, el semblante del gorila cambio y parecía prepararse para la batalla,
-voy a hacer que te arrepientas de tu arrogancia albinito- y en un destello fugaz todo comenzó a desintegrarse como una explosión arrasando todo a su paso, eso era lo que cualquiera pensaría pero las ilusiones siguen siendo ilusiones, ya se había enfrentado a muchos ilusionistas mediocres y este no era diferente .
–No puedo creer que ni siquiera hayan podido contratar a un ilusionista más hábil, esto es todo lo que tienes?-
Sin abrir los ojos  lanzo una serie de disparos que esquivando al susodicho animal fueron a parar al cuerpo del ilusionista.
-Pff menudo tipo, tanto escándalo y caer tan lastimosamente, bueno ahora tengo la ardilla, quizás tú puedas ayudarme a encontrar a Rys, después de todo parece que piensan parecido-.

Alcance casi al instante al sujeto que secuestro a mi pequeño amigo, pero como todo tenía que transcurrir de forma rápida ataque en la primera oportunidad; ya que si este era la ilusión iba tener que correr en sentido contrario para buscar al pequeño — Pluie de feu — Murmuro haciendo aparecer alrededor de mío un montón de llamas de cielo en forma de gotas de lluvia que fueron lanzadas directamente al objetivo evitando rosar la ardilla. Al instante tanto la persona como el animal se convertían en un  humo de color índigo que desaparecía por completo. — No puede ser, sujeto equivocado. — Fue lo único que dije antes de mi otra habilidad. — Activateur — Una vez nombrada aparecieron llamas tanto en mis manos como en mis pies, permitiéndome correr por los bosques y saltar entre las ramas a una gran velocidad hasta llegar a donde se encontraba el secuestrador real muerto, junto con el albino de antes y mi pequeño amigo.

Me acerque rápidamente arrodillando cerca de él, quien salto a mis brazos al verme. — Aquí estabas, no te vuelvas a perder. — Le pique la nariz con alegría mientras lo mantenía en mis brazos, se encontraba completamente erizado tras la acción, no era tan valiente como aparentaba en un comienzo, pero seguramente pronto se acostumbraría a esta nueva vida, pues ya lo había adoptado como mi compañero.

Me acerque al su “salvador”, supongo que se merecía el mérito por sus hazañas. — Gracias por ayudarlo. — Deje que la ardilla se volviera a posar en mi hombro. — Supongo que puedo fingir que te creo por unos momentos, pero este lugar no parece ser muy seguro, vámonos de aquí. — No me moleste en ver si me seguía antes de comenzar a caminar.